Al compás del crecimiento industrial, aumentó el número de personas que acudían a la ciudad para trabajar en las nuevas industrias. Hubo que construir barrios donde alojar a los obreros. Son barrios muy diferentes del ensanche burgués:
- Muchos se ubican en las cercanías de las fábricas, junto a las vías de entrada a la ciudad o cercanos a la estación del ferrocarril.
- Tienen un plano muy diverso y bastante desorganizado respondiendo a la parcelación existente del suelo rústico en el que se asientan. Su plano contrasta vivamente con las cuadrículas de los ensanches.
- Trama cerrada y con gran densidad de edificación. Alto grado de hacinamiento.
- Viviendas pequeñas, construidas con materiales de baja calidad.
- Muchas veces las viviendas se entremezclan con almacenes, talleres...
- Barrios con muy pocos equipamientos colectivos y con deficientes infraestructuras.
En los años sesenta o setenta del s. XX, muchos de estos barrios han sido alcanzados por el crecimiento urbano y han adquirido un espacio más central en la ciudad. El precio del suelo que ocupan se revaloriza. Los mejor situados se han remodelado completamente, se han demolido las antiguas edificaciones y se han sustituido por otras más modernas y de mejor calidad (tanto grandes bloques como adosados); también han visto proliferar las actividades terciarias.
Los peor situados no han despertado el interés de los agentes inmobiliarios y han quedado como zonas marginales muy deterioradas.
Colonia Los Olivos en el distrito madrileño de La Latina http://www.20minutos.es/noticia/2045024/0/madrilenos-barrios/vulnerables-cuerda-floja/apuros-sociales-economicos/ |
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