Madrid, 7 de febrero de 2010 |
La aparición del smog se debe fundamentalmente a dos circunstancias; primera, a la concentración de gases y partículas contaminantes (debido al intenso tráfico, los efectos de la combustión de las calefacciones, la contaminación industrial...) y, segunda, a la existencia de situaciones anticiclónicas que provoca un estancamiento del aire que hace que los cantaminantes permanezcan en las capas bajas de la atmósfera (la fotografía anterior está tomada después de varios de situación anticiclónica sobre la Península)
Los dañinos efectos de esta situación sobre la salud de las personas (especialmente en personas mayores, niños, los que padecen enfermedades de tipo respiratorio...) hace que las ciudades deban tomar medidas, algunas más suaves (aconsejar que no se utilicen los vehículos privados, limitar la velocidad...) hasta otras más drásticas (restringir la circulación, limitar las horas de encendido de las calefacciones...) hasta, en algún caso, decretar el estado de emergencia.
El País Digital, 8-2-2011 |
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