A la finalizar el siglo XVIII, la superficie de la mayoría de las ciudades españolas apenas difería de la de finales del Medioevo. El desarrollo industrial, que llegó a España con un cierto retraso, introdujo profundos cambios en las ciudades que afectaron al espacio y a las funciones urbanas. Desde el siglo XIX, la industria se convirtió en el primer factor de crecimiento urbano. Así pues, a medida que se va asentando la industria en las ciudades, éstas van creciendo y sufriendo grandes transformaciones en su morfología:
- Derribo de las murallas que ya habían perdido su función defensiva. Para justificar esta medida se esgrimieron ideas higienistas. El espacio ocupado por las murallas se convirtió en paseos de ronda o grandes calles generalmente de aspecto circular en las que, a menudo, queda el recuerdo de la ubicación de las antiguas puertas. Al derribar esta barrera, aumentó el valor del suelo de extramuros.
En este plano de Salamanca se ve perfectamente el perímetro que ocupaba la antigua muralla |
- La llegada del ferrocarril tuvo también grandes repercusiones. Por un lado, las estaciones, talleres, almacenes, etc. ocuparon una gran superficie generalmente en las afueras de las ciudades; por otro, el trazado de las vías configuró una nueva barrera urbana. Las ciudades, en la mayoría de los casos, crecieron hacia la estación que conectaron con las edificaciones existentes (el ejemplo de Vitoria lo ilustra perfectamente).
- Las nuevas industrias exigieron espacio donde asentarse, aunque al principio se ubicaron junto a las vías de salida/entrada a la ciudad, cerca del ferrocarril o del puerto, pronto se vio la necesidad de crear polígonos industriales.
- Burguesía y obreros, las nuevas clases protagonistas, se alojan en zonas residenciales diferenciadas: los burgueses en los céntricos ensanches y los obreros (que llegan en masa para trabajar en las industrias) en barrios más alejados donde el precio del suelo fuera menor. Se va configurando una segregación residencial que se va acentuando cuando la burguesía acomete la transformación del tejido de espacios centrales. La especulación del suelo nos indica el carácter capitalista de las ciudades.
- Remodelación de la trama viaria para adaptarla a las nuevas necesidades y exigencias: alineaciones, apertura de nuevas calles...
En las ciudades españolas, dos factores adicionales contribuyeron a acentuar los cambios en la estructura urbana:
⇢ La desamortización de los bienes urbanos eclesiásticos que puso en el mercado una gran cantidad de edificios, solares y huertos (estos, generalmente, en el exterior del espacio amurallado medieval)... La apertura de calles y plazas y nuevas edificaciones en estos solares trajeron una transformación interna de las ciudades
⇢ Con la nueva división provincial de 1833, las capitales de provincia asumieron unas funciones terciarias propias de la capitalidad para lo que debieron crear las sedes correspondientes (Diputaciones, Gobierno Civil, Juzgados…).
En sucesivas entradas me ocuparé de los principales espacios de la ciudad industrial:
⇢ La desamortización de los bienes urbanos eclesiásticos que puso en el mercado una gran cantidad de edificios, solares y huertos (estos, generalmente, en el exterior del espacio amurallado medieval)... La apertura de calles y plazas y nuevas edificaciones en estos solares trajeron una transformación interna de las ciudades
⇢ Con la nueva división provincial de 1833, las capitales de provincia asumieron unas funciones terciarias propias de la capitalidad para lo que debieron crear las sedes correspondientes (Diputaciones, Gobierno Civil, Juzgados…).
En sucesivas entradas me ocuparé de los principales espacios de la ciudad industrial:
- El ensanche burgués
- Los barrios obreros
- La ubicación de las industrias
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